Salir del clóset: una experiencia plutoniana

Hola loks, hoy es 11 de octubre de 2020 y se conmemora el día internacional de salir del clóset. Para mí, esta experiencia ha cambiado mi vida por completo y en este espacio quiero compartir por qué ha sido tan importante y de qué forma podemos entenderle desde la energía de Plutón. Agarra tu taza de té y acompáñame en esta lectura. 

        Plutón es un planeta conocido por destruir y derribar. Le llaman el planeta de la transformación pero lo primero que se conoce de Plutón es que su energía desacomoda, rompe, y además es oscura, misteriosa y temible. Y si bien esto es cierto parcialmente, aquí quiero resaltar los efectos tan positivos que trae aquel que, osadamente, la astronomía a nombrado “el planeta enano”. Además, mi conocimiento de éste no es solo teórico; en mi carta astral personal, Plutón tiene una posición muy prominente, por lo que su energía es muy influyente en mí y por ello siento total autoridad moral para hablar de él, jeje. Entonces aquí va el té sobre el otro lado de Plutón que los libros tradicionales de astrología no nos cuentan todas las veces, y lo veremos desde mi historia personal como una persona diversa.

Mi historia

   Desde mi infancia he escuchado que no me comporto muy masculino “para ser hombre”. Que mi forma de hablar es muy “de niña”, que camino muy delicadamente, que por el hecho de que no me gusta el futbol hay algo raro en mí, que es raro que mi color favorito no sea el azul y que la mayoría de mis amistades fueran con mujeres hace de mí automáticamente un amanerado y un gay.

    Mi forma de ser frecuentemente desató dudas, secretos y chismes en mis círculos más cercanos (colegio, barrio, iglesia e incluso mi familia). Esto por supuesto me hacía sentir muy diferente y que no encajaba en ningún lado; ni siquiera con las niñas de mi edad porque, a pesar de pasar mucho tiempo con ellas, había cosas que no me llamaban la atención. Desde siempre las categorías de tipo: eres esto o esto otro y no hay más, han sido conflictivas para mí. 

      Admito con toda sinceridad que dentro de mí sí existió el deseo de cambiar estas cosas para recibir aceptación de otrxs. Me generaba mucha angustia ver la cara de desaprobación de mi madre al oírme hablar porque lo hacía “como una niña” o “como un gay”, y como ella siempre fue una buena madre yo también quería ser un buen hijo. Entonces mi forma de “compensarlo” fue siendo buen estudiante, y recuerdo que en el colegio tampoco era suficientemente masculino. Allí, una de las palabras más hirientes que tú le podrías decir a un hombre era “loca”. Era incluso más ofensivo que mencionarle a su mamá; ninguna otra palabra tenía tanto poder como esa. Tu podías hacer cualquier cosa menos permitir que te llamaran así. 

        En esos tiempos procuraba huir y evitar cualquier cosa que me hiciera merecedor de tal categoría; no importaba si me tocaba montar un teatro o fingir ser alguien quien no soy con tal de que nadie pronunciara tal ignominia. Y no era solo yo, era algo muy cultural. Tú cambiabas tu voz, tus gustos, te olvidabas de cualquier cosa que te hiciera diferente y único y te ajustabas a lo que el grupo dijera y asumiera sobre cómo te debes comportar si tienes pene. Porque si tienes pene eres hombre, y si eres hombre eres heterosexual y masculino, no hay más opciones. Pocas cosas te afanaban como lo hacía el hecho de que dijeran que no estás siendo hombre como “deberías serlo”. 

dia-visibilidad-trans

   Plutón no es realmente de cambios, sino de transformaciones profundas. No vuelves a ser la misma persona luego de su experiencia

El momento difícil y el empoderamiento

       El problema era que si hay algo que le moleste a la energía escorpio (mi signo solar) es la mentira y la falta de autenticidad. Por eso, el fingir masculinidad para sentirme buena persona era algo muy incómodo y psicológicamente extenuante. Sin embargo, esto cambió cuando, inesperadamente, les conté a mis papás sobre mi homosexualidad. No recuerdo con exactitud la fecha en la que ocurrió porque la verdad no lo planeé, pero tengo la impresión de que fue entre septiembre y octubre del 2005.

        Ellos lloraron por un mes seguido, me llevaron a un cura, a un psicólogo, consideraron expulsarme de la casa, yo consideré el suicidio y varios métodos que me habían recomendado en la iglesia para sacarme el demonio de la homosexualidad que incluía pequeñas mortificaciones cada vez que tuviera un pensamiento pecaminoso… fue una época dura para todos. Pero hubo algo que hizo que todo eso valiera la pena: si mis papás ya lo saben, me importa un c*lo que todo el colegio sepa.

     La próxima vez que me dijeron: “David habla como un gay”, en vez de decir “Que le pasa guevón” y engruesar la voz, como lo había hecho antes; dije: sí, si soy. La gente quedó atónita y se quedaron sin nada más que decir, tanto así que esas molestias cesaron. Ahí ocurrió un click dentro de mí porque descubrí lo empoderante que es el ser auténtico conmigo, aun cuando sea algo que no va con la norma social.

     Me encantó ver cómo se quedaban callados quienes me decían loca al ver que en vez de huirle abrazaba y me enorgullecía esa palabra. Ya no me movía y ni me mortificaba. Ese día, le arrebaté el poder de cambiar todo mi comportamiento y condicionar mi actuar a la palabra loca, y hoy en día es mi marca personal.

        He aquí el por qué digo ahora “loks” a diario. Y ahora hablemos del motivo por el cuál digo que ésta es una experiencia plutoniana.

Ahora sí, Plutón

      En mitología, Plutón es el mismo Hades, dios del mundo debajo de la tierra y por eso rige todo lo que tenga que ver con aquello que no se ve en la superficie pero que hace parte ti, es la sombra, es lo que no todas las personas van a poder conocer de ti. Tradicionalmente se dice que Plutón rige lo oculto, lo secreto; y es cierto pero la razón es porque aquello oculto y secreto normalmente guarda algo muy íntimo y verdadero. 

      Hades era el dios de la muerte y en sus procesos siempre hay algo que muere, pero hay un objetivo detrás de ello. Lo que muere es lo superficial, las máscaras, las expectativas; y muere para dar paso a lo de adentro, a lo original, al corazón de las cosas. Plutón saca a la luz aquello que se esconde bajo las apariencias para que se abra y expanda; para que comience a ser quien es sin ataduras o restricciones. Muchas personas se quedan solo en el primer momento de Plutón y esto impide que le comprendan integralmente. Así que es cierto que Plutón da muerte a algo, pero es para que lo nuevo y lo auténtico tengan lugar.  

   Veámoslo así: todo lo que toca Plutón baja al inframundo, pero luego eso mismo renace, revive, se vuelve inmortal. Su presencia es incómoda a veces porque nos recuerda que existe la sombra, existe algo que no mostramos a todo el mundo pero que es parte de nosotrxs, Plutón nos recuerda que hay cosas que nos encanta tenerlas guardadas en el closet.

   Pero también es cierto que su energía es tremendamente sanadora y terapéutica. Su paso purifica, limpia y renueva. Así lo sentí con mi salida del clóset. Al decir SOY GAY, la parte de mí que se escondía, que tenía miedo, que se ajustaba con tal de que no le dijeran que es una loca… se murió y dio paso a una nueva versión de mí, que es capaz de reconocerse como es, que su interior y su exterior no son incompatibles sino que viven en armonía, el salir del clóset me dio poder. Y es curioso porque plutón también se relaciona con el poder.

Ahora Plutón y salir del clóset

         Como lo veo yo, salir del clóset no es otra cosa que conectar con eso que existe adentro tuyo, que no todo el mundo conoce, y sacarlo a la luz para que sea libre. Cuando lo hice, sentí que nací de nuevo y empecé a ser Yo, no la caricatura (o mejor, la marioneta) que se adecuaba al gusto de lo convencional. Pregúntale tú a cualquier persona diversa sobre su historia de cómo salió del clóset y seguramente verás cómo se le alumbran los ojos. Sacar afuera lo que hay adentro para vivir una vida coherente es una de las cosas más liberadoras que podemos hacer por nosotrxs.  Es cierto que genera una reacción en las otras personas, y esa reacción ocurre porque la imagen que tienes nuestra se muere y la están organizando de nuevo; pero esta vez, generarán una imagen mucho más cercana a lo que somos en realidad, no lo que creían o esperaban que fuéramos.

     Es cierto que dar el primer paso da miedo, así como “el primer momento” Plutón, pero es un error creer que la historia termina ahí. Justamente comienza. Aunque a todes nos toca vivir situaciones diferentes, el ya no tener que fingir, el no tener que cambiar, el no tener que estar siendo alguien que a tu interior le parece extraño, te permite vivir de un modo diferente y con menos ataduras. Las reacciones de lxs otrxs cesan, pero tu satisfacción contigo permanece. El entender eso transformó mi vida y si no hubiera hecho, Verónica Vanderhorst no existiría, ni tampoco La Plutonisa, ni tú tampoco estarías leyendo esto.      

Conclusión

       La cultura occidentalizada ha impuesto la idea de que la sombra es siempre algo negativo, malo, pecaminoso, y sobretodo algo que se debe mantener de esta forma. Implícitamente esto nos lleva a vivir en constante división con nuestro ser. Aceptamos y mostramos nuestra luz, nuestros éxitos, nuestras virtudes; y disimulamos, escondemos y negamos nuestras derrotas, defectos y errores. A eso nos ha llevado el binarismo cultural. Pero lo cierto es que ambos tipos de cosas están ligados y existen debido al otro. No hay éxito sin derrotas o errores. Y también hay errores que nos pueden llevar al éxito. Entonces, comenzar a ver a plutón, a nuestra sombra, a nuestro interior, como una parte integral de nuestro ser es fundamental para vencer este binarismo y vernos de una forma completa, entera y sana.  

       Dicho esto, quiero desearle a todxs un feliz día de conmemoración a nuestra salida del clóset, al día en que nacimos de nuevo. También quiero decir que ésta debería ser una decisión voluntaria, personal y consciente por lo que si aun no lo has hecho quiero que sepas que está bien y que nadie debería forzarte a hacerlo si sientes que no es el momento. Pero sí te quiero compartir que cuando lo hagas vas a notar un cambio, pero sobre todo un cambio en ti. Y si ves que personas cercanas cambian y te dejan de hablar, aquí tendrás una loca siempre dispuesta a escucharte y a luchar contigo. Tendrás una loca que creó una comunidad segura para ti, y esa comunidad se llama La Plutonisa. Gracias por leerme.