Feliz día de la visibilidad trans
Mi nombre civil es David, sin embargo, hoy en día me llaman por otros nombres. Verónica Vanderhorst es mi nombre artístico, por llamarlo así, y La Plutonisa es el pseudónimo bajo el cual normalmente hablo sobre tarot o astrología. Estos dos últimos, son nombres femeninos y en función de ellos algunas personas han pensado que soy trans. Aunque debo decir que no lo soy, considero francamente un halago que esto suceda. Las personas más valientes y más inspiradoras para mi camino en la creación de Vero son trans, y por eso les guardo un espacio muy especial en mi corazón.
He aquí algo muy importante que me han enseñado: tu cuerpo y anatomía no te definen.
Por haber nacido con pene o con vagina la sociedad ya genera una serie de expectativas sobre cómo y quién debemos ser, sobre qué nos tiene que gustar y sobre cómo nos tenemos que comportar.
Pero… ¿y nuestras expectativas propias? ¿dónde quedan? ¿nuestro proyecto de vida? ¿nuestro libre albedrío? Jamás me identifiqué con lo que me dijeron que me tenía que gustar por ser hombre y fue gracias al testimonio de vida de personas trans que yo pude hacer el click y decir: soy más que mi anatomía y no me reduzco a ella. Lo mismo aplica también para temas como el peso, la estatura y la contextura. El número que aparece en la báscula no define mi valor. Los gordos que tenga no definen mi valor. El que no mida 180 cms tampoco. Somos más que la carne física, y eso lo aprendí gracias a hennies trans.
He aquí otra enseñanza: sobre ti decides tú..
A una mujer trans todo el mundo le está diciendo constantemente: tú no eres mujer. A un hombre trans todo el tiempo le está diciendo: tú no eres hombre.
Quizás ni tú ni yo llegaremos a comprender realmente lo que eso se siente, pero sí podremos ver la resistencia, determinación y seguridad que requiere el decirle al mundo: “te equivocas. Yo me identifico __________ y por ende soy ___________”. A todo el mundo le puede parecer algo contrario, pero la última palabra la vas a tener tú. Siempre. Y esto también aplica para muchas más cosas.
Lo interior tiene la última palabra. No lo exterior. Y bueno, he dicho varias veces que para mí todo lo esotérico pone de relieve la importancia de cuidar y respetar justamente lo interno. Creo firmemente que nuestro interior es el camino a nuestro Yo superior, a la divinidad y a cualquiera que sea la forma de trascendencia en la que creemos. En nuestro interior reside nuestro poder, y las personas trans viven y resaltan esta realidad.
En mi caso personas, gracias a ellas, yo pude entenderme mejor. Por eso les tengo un respeto, un cariño y una admiración enormes. Mi identificación no binaria y mi trayecto con (como) Vero no existiría sin su inspiración (por ejemplo, de Aydian Dowling, Laverne Cox, Laith Ashley) y apoyo. Cuando salí del clóset en el colegio me acostumbré a escuchar frases como “ya lo sabía”, “me lo imaginé”, “todo está bien mientras no se meta conmigo” y cosas por el estilo; pero realmente la primera persona que me hizo sentir comprendido y acompañado fue una mujer trans. No olvido el momento en que por primera vez yo escuché la frase “tú eres mi amigo y te apoyo”. Ese momento está grabado en mi corazón escorpiano. Recuerdo exactamente el lugar, el minuto y hasta qué teníamos puesto cuando lo dijo. Ese apoyo no lo recibí de mi familia ni siquiera. Para mí fue un comentario tan nuevo, tan inusual, tan sorpresivo que de alguna forma me marcó, de una buena manera. No es lo mismo recorrer este camino en soledad a hacerlo en compañía. Para nada lo mismo.
Ser gay no es fácil, pero ser trans… es casi que una sentencia de muerte. Quiero llamar la atención sobre ello. Sin duda hemos hecho muchos avances en el reconocimiento de las identidades trans, pero aun hoy en día hay casos de maltrato, discriminación, negligencia e incluso violencia hacia nuestrxs hermanos, hermanas y hermanxs trans. La @redcomunitariatrans nos informa y alerta sobre injusticias que suceden casi que a diario en su contra. Doy gracias porque lo hablan y lo denuncian. No tienen miedo de alzar la voz. El odio hacia su integridad ha existido siempre, solo que hoy está siendo denunciado.
Llamo la atención también sobre la enorme deuda que todas las personas diversas tenemos con las personas trans. Nuestra visibilización fue propulsada y catalizada en gran parte por ellas. Pienso particularmente en la marcha del orgullo. No se la debemos a las grandes empresas, ni celebridades, ni influencers. Se la debemos a una mujer trans. La próxima vez que vayamos a una marcha hagámoslo con la consciencia de que ésta es una herencia, de que muchas personas entregaron su vida (literalmente) para que hoy en día nosotrxs podamos hacerlo y que muchas de ellas, fueron trans.
A veces los términos “trans”, “transexual”, “transgénero” pueden ser confusos y no quiero entrar a debatir teórica o lingüísticamente cuál es la definición exacta y correcta para cada uno de los términos; no lo hago porque no sean importantes, sino porque no tengo la formación para hacerlo. Sin embargo, lo que quiero compartir aquí es muy sencillo: si alguien te dice que se identifica como una mujer, créele. Que no te importe su apariencia, su voz, su estatura, su contextura, su ropa… Nada. Si alguien te dice que sus pronombres son él/ella/ellx, úsalos. Si alguien te dice que su nombre es Andrea, llámala Andrea, no el nombre que a ti te parezca. Es un detalle sencillo y quizás pequeño, pero tiene un efecto ENORME. Hazlo por respeto. Hazlo por esa persona. Hazlo por todxs nosotrxs que nos acobijamos bajo la bandera LGBT+.
A todas las personas trans les deseo un feliz día y les entrego mi más preciado respeto. Les doy las gracias por todo lo que hacen día a día, por su resistencia y méritos. Gracias por su lucha y su valor. Sea el momento de reconocer sus esfuerzos, sus dolores y también… su magia. Decretando bendiciones para ustedes,
La Plutonisa.
Conclusión
La cultura occidentalizada ha impuesto la idea de que la sombra es siempre algo negativo, malo, pecaminoso, y sobretodo algo que se debe mantener de esta forma. Implícitamente esto nos lleva a vivir en constante división con nuestro ser. Aceptamos y mostramos nuestra luz, nuestros éxitos, nuestras virtudes; y disimulamos, escondemos y negamos nuestras derrotas, defectos y errores. A eso nos ha llevado el binarismo cultural. Pero lo cierto es que ambos tipos de cosas están ligados y existen debido al otro. No hay éxito sin derrotas o errores. Y también hay errores que nos pueden llevar al éxito. Entonces, comenzar a ver a plutón, a nuestra sombra, a nuestro interior, como una parte integral de nuestro ser es fundamental para vencer este binarismo y vernos de una forma completa, entera y sana.
Dicho esto, quiero desearle a todxs un feliz día de conmemoración a nuestra salida del clóset, al día en que nacimos de nuevo. También quiero decir que ésta debería ser una decisión voluntaria, personal y consciente por lo que si aun no lo has hecho quiero que sepas que está bien y que nadie debería forzarte a hacerlo si sientes que no es el momento. Pero sí te quiero compartir que cuando lo hagas vas a notar un cambio, pero sobre todo un cambio en ti. Y si ves que personas cercanas cambian y te dejan de hablar, aquí tendrás una loca siempre dispuesta a escucharte y a luchar contigo. Tendrás una loca que creó una comunidad segura para ti, y esa comunidad se llama La Plutonisa. Gracias por leerme.